Hemos enseñado a nuestras madres a usar el vídeo, el TDT, eso del internet y a mandar emoticonos por whatsapp.
Hemos sido la primera generación en tener ordenadores en las aulas, internet en las bibliotecas y teléfonos que eran de todo menos móviles.
Hemos escuchado música en discos de vinilo, cintas, CD, minidisc, mp3 y ahora también hasta en los relojes.
Sin quererlo, hemos sido los «gurús tecnológicos» de nuestros padres desde bien pequeños, y ahora que tenemos edad para empezar a tener nuestros propios hijos, ¿serán ellos los que nos enseñen a sobrevivir en el .0?